
Primero, porque tras las muchas persecuciones de las que fueron objeto, los aquelarres no son una cosa visible, y generalmente se mueven en secreto. Segundo, porque a veces no hay uno disponible en la zona de residencia. ¿Qué hacer en esos casos? La respuesta entonces es una sola: estudiar por su cuenta.
Existen infinidad de libros, lamentablemente en inglés, dedicados a quien se interese en la Wicca como un camino religioso a seguir. Existen también multitud de páginas en Internet que dan las bases religiosas principales, incluso algunas que toman aprendices. También hay grupos de discusión y listas de correos donde apuntarse. Todo ésto es muy bueno y útil para el solitario por necesidad: en vez de hacer vida social con sus vecinos, hace vida social con la comunidad global. Pero nada, NADA, puede reemplazar la experiencia.
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