
Cada herramienta que utilicemos tendrá una carga particular, representando un elemento de la naturaleza (fuego, agua, aire, tierra y espíritu). Cada uno de ellos puede ser consagrado según un ritual, aunque si llevamos ya un tiempo usándolos quizás ésto no sea necesario. El proceso de consagración apunta más a liberar al objeto nuevo de cualquier tipo de energías negativas que le hayan quedado como residuo de su fabricación, e imbuirlos con las energías del brujo. Se entiende así que la mejor consagración sea el uso habitual, pero a veces es bueno tomarse su tiempo para consagrarlos ritualmente, como toque final.
Entre las herramientas de uso más común podemos nombrar:
El Athame
El Caldero
El Cáliz
La Escoba
El Incensario
El Libro de Sombras
El Pentáculo
La vara
Magia con Velas
El Altar
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